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domingo, 2 de diciembre de 2012

La venganza según Matt Groening

Mientras desayunaba apaciblemente en esta fría mañana de Domingo, he visto un episodio de Los Simpson (de los nuevos, ¿por qué temporada van ya, la veinteitantos?) que me ha hecho bastante gracia. En él, Lisa explica a su enaltecido padre las maldades de la venganza a través de una pequeña historia titulada Revenge Of The Nerds (la venganza de los empollones o pardillos). En esta historia-dentro de la historia, Martin, líder de los empollones del Colegio de Primaria de Springfield, ha ideado un dispositivo mecánico en forma de guante para vengarse de los abusones. Ningún empollón osa utilizarlo, hasta que Milhouse, el ínclito gafotas enfermizo cuyas entrañas descubrimos llenas de rencor en este episodio, se ofrece a ello. Milhouse da rienda suelta a sus ansias vengativas empezando por el grupo de los abusones. Pero, ay, descubrimos que también porta una vieja lista de afrentas que le han hecho en vida, y pronto se dedica a la vendetta a tiempo completo: transita descontrolado por el patio del Colegio impartiendo justicia: "Tú te reíste de mí en el comedor", "tus padres están casados", "a ti no te conozco pero ya me harás daño"... El poder (que siempre es de naturaleza temporal) corrompe al pequeño Milhouse, se le sube a la cabeza, le viene demasiado grande.

Al final, Lisa sentencia:

Aquel que se venga, acaba siendo igual de malo que quien le dañó.

Para que luego digan que Los Simpson están de capa caída. Servidor concibe la idea de venganza como cualquier cristiano: la no-venganza, sustituida por el más efectivo Perdón.

Cuando le llega el momento de gestionar un cierto poder que cae en sus manos, Milhouse se comporta peor que sus abusones. Pero desde La Cicatriz te perdonamos, Milhouse: sigues siendo un gran personaje.

1 comentario:

  1. ¡No hay nada peor que la venganza! Cuando una persona te daña, tu primera reacción siempre va a ser negativa y violenta. Y por supuesto, es esta la reacción que espera esa persona de ti.
    Entonces, ponte a pensar en el daño que te han hecho... ¿De verdad quieres coger el mismo camino que toda esta gente? Es el camino fácil, esperado. ¿Y qué te va aportar tal respuesta? Nada más que violencia gratuita, maldad y pesimiso.
    Apuesta mejor por la reacción atípica, ya que al final es la que realmente te aportará todo lo que necesitas para seguir adelante. Aprende a perdonar, ver lo bueno dentro de lo malo. ¡Y verás qué bien terminarás sintiéndote!

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