Como todos saben, el 1 de Mayo,
Día Internacional de los Trabajadores, se establece como festivo por acuerdo del
Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional (París, 1889), curiosamente en homenaje a los "mártires de Chicago", sindicalistas que fueron ejecutados en Estados Unidos. Digo "curiosamente" porque precisamente en ese país, EEUU, donde ocurrió el triste evento, no se celebra tal festividad desde que el presidente Cleveland decidió pasar ese día a septiembre, por temor a que creciese el movimiento socialista en EEUU.
Pues bien, en este sagrado día en que media España y medio Mundo (y si no, un cuarto, y si no un 10%, lo mismo da que da lo mismo, seguimos siendo "el 99%" que ya se entonaba en los preliminares de la última gran Revolución) salen a la calle para expresar libremente sus reivindicaciones (por aquello de la libertad de expresión, aunque últimamente los gobiernos reaccionarios como el español estén disolviendo tales acontecimientos con violencia, a menudo provocándola desde el mismo interior de la masa), varias cosas se me han pasdo por la cabeza. Para empezar, me pregunto con estupefacción cómo la derecha española no se da cuenta de la cantidad flagrante de gente infeliz con el sistema y las medidas actuales en España (a la postre, cuna de los Indignados, uno de esos movimientos que, nos riamos de él o lo apoyemos como servidor, muy probablemente pasará a los Libros de Historia como la semilla de la Razón, la necesaria
Resistance anti-neoliberal, al menos en el aspecto ideológico-cultural); un rincón de mi cerebro me envía la respuesta: "Antoooonio, si no quieren ver, jamás veráaaaaan", lo cual me produce una pequeña liberación de endorfinas. Pero entonces me llegan ecos de desafortunios verbales que he oido decir en alguna ocasión (demasiadas) a mis allegados (en el plano físico); por ejemplo, que "todos los que se manifiestan son una panda de
hippies". Los miro y no me lo parecen. Hay muchísima gente seria con una capacidad verbal que ya quisiera yo para mí, y con argumentos que harían papilla el programa de reformas de nuestros políticos si les cayeran encima, por la cantidad de Razón y mesura que encierran. Otra, "que son una panda de violentos". Y yo sigo viendo a gente de mediana edad, pacifista y alguno diría que hasta mansa, armados sólo de Palabras y leitmotivs y portando calvas y barrigas con dignidad y una sonrisa en los labios; muchos de ellos son enseñantes y gente del Mundo de la Cultura... muchos de ellos llevan años enseñando la Historia, las Ciencias o las delicias de nuestra Lengua a las nuevas generaciones; me pregunto qué lugar a dudas cabrá cuando la Cultura se decanta tan claramente por un lado. Qué lugar a dudas, demonios. Qué-lugar-a dudas. Otro triste razonamiento es que los manifestantes "son una panda de vagos y perezosos"; pero no son ellos quienes se levantan a las 10 para darse un paseito por el negocio familiar, y si muchos no trabajan es simplemente porque no pueden. Otra buena es "yo no me manifiesto porque no sirve de nada", o "porque no me quiero ensuciar", o simplemente "porque no estoy de acuerdo con las reivindicaciones"; yo desde aquí invito a cualquiera de este sentir a que salga a la calle y se una al sentir popular, porque si no lo ha hecho nunca o hace décadas desde la última vez, puede que se sorprenda del ambiente y razonamientos en este tipo de actos. Y si no, pues habrá que invocar esa mítica frase de los Celtas, "Tranquilo majete en tu sillón". Todo va bien, todo va bien (esta es de uno de esos robots de peli de ci-fi que intenta engañar a la población, quizás THX o La Fuga de Logan... pero ¡espera! ¿no era Aznar,
Bush´s friend, quien decía que "España va bien" justo en el momento en que la dichosa burbujita empezaba a inflacionar?). Tú no te muevas, tú eres mejor, has nacido para... para... hmm, para no moverte, guapo. Para la
dolce vita. Te lo has ganado, fiera.
Visto y escuchado un poco de lo que ha pasado en el Mundo hoy, me quedo con dos frases. Una es del mismísimo Papa (contra todo pronóstico, pero la vida es Cambio), otra es de un manifestante español. La del Papa Francisco es:
Menos beneficio egoísta y más justicia social.
El verdadero Cristianismo haciendo su trabajo. No, no el cristianismo que se ampara en los poderes fácticos, que se arrima al poderoso como históricamente tantas y tantas veces, tampoco el cristianismo fundamentalista como arma política a lo Bush, usado para invadir un país, o para condenar a ciertos colectivos sociales... No, el verdadero Cristianismo. El de los pobres, el que predicaba Jesús. Y, ay, amigos, por muchísimo que les pueda doler a algunos que se consideren cristianos... ay, ay, ay amigos: el mensaje de Cristo fue el del mayor Indignado de su tiempo, alguien que acusó los males del imperialismo romano (el neoliberalismo de la época), y no se puede sino relacionar con las reivindicaciones de justicia social de quienes sufren. Asimismo, ha pedido en su discurso del 1 de Mayo el Papa
que los empresarios traten bien a sus trabajadores. Porque demasiado a menudo los tratan como moneda de cambio, como carnaza, como mercancía, como si fueran "gentuza que no merece algo mejor", privándoles de su dignidad (la que el mismo empresario ha predido... aunque siempre podrá recuperar). Sé lo que digo, lo he vivido en mis carnes como proletario (y esa es una sensación que TODOS deberíamos experimentar si queremos hablar de estos temas, la explotación laboral y las malas maneras de un jefe que sabe escribir su nombre por misericordia divina) y más tarde lo he constatado hablando directamente con quien estaba "arriba" y me ha dicho directamente poco menos que sus empleados/as "son basura". Olé y olé y olé. Tú sí que vales. Puede que yo no sepa de empresas, pero ay... el factor humano está por encima de cualquier concepto empresarial, por encima de mí y por encima de tí. Yo, gracias a Dios, me di a las Humanidades.
La otra frase con la que me he quedado ha sido, como decía, de un manifestante español (que en parte parafraseaba a Emiliano García-Page, aunque puestos a buscar autorías, esta misma idea la suscribimos miles y miles de españoles, y decenas de miles en todo el Mundo):
Están utilizando la crisis para implantar su sistema privatizador de los servicios públicos. Hemos retrocedido treinta años.
En efecto. Yo hasta diría 50 o 60 años, cuando las grandes empresas capitalistas españolas apoyaban y eran apoyadas por ese régimen nefasto que no quiero nombrar, y cuya sombra sigue planeando sobre nuestras cabezas, casi introducido en los genes de muchos españoles que niegan su afinidad con Franco (lo he nombrado) pero que, en una situación pareja a la que se vivió en la Guerra Civil Española, apoyarían sin dudar a la facción conservadora. La frase es clara, y lo dice sin tapujos: las fuerzas
conservadoras (habría que analizar qué se quiere exactamete
"conservar" más que dolor, desigualdad, miseria, violencia e incultura) usan la coyuntura de la crisis para implantar definitivamente y sin escrúpulos su
sistema neoliberal (privatizador de los servicios públicos) directamente importado de los EEUU más decadentes y cainitas de su corta y falseada historia. ¿Por qué privatizar? ¿Es que van a gestionar mejor las instituciones estos empresarios? ¿Es que hay elegidos,
aristoi, personas mejores? La idea de superioridad está en sus cabezas, no es real, y es un lastre de este nefasto régimen que tendremos que eliminar para el siguiente ciclo histórico.
Le queda a uno la sensación de que aún vivimos en una sociedad de
castas en la cual, quien tiene medios llega a creerse, en una suerte de locura transitoria generada tal vez por la comodidad, el aburguesamiento y la auto-complacencia, mejor que el proletario, el cual, tal vez, de poseer los mismos medios que el mencionado altoburgués, es muy posible que los aprovechara diez veces mejor que aquel. Esa es una revelación que tienen que aprender: El hecho de que nazcas rico o lo consigas por un golpe de suerte (la suerte, el milagro, siempre juega un papel importante) no significa que seas
per natura superior... de hecho,
cualquier trabajador medio puede tener más agallas, inventiva, capacidad de trabajo, inteligencia, y sobre todo valores, que tú.
Todo esto se soluciona con
Cultura, con
Educación. La semilla del civismo y de los Valores sociales, para empezar dignidad y respeto. Porque vivimos en
Sociedad. ¿No se han dado cuenta? La derecha española nunca me decepciona, se posiciona siempre donde se espera que lo haga: anquilosamiento e ingnorancia. Yo elijo el
Progreso.